¿Vigo tiene pasado?
Pensar en Vigo como una ciudad sin historia es un error que durante muchos años se cobró la destrucción de numerosos restos arqueológicos. Las condiciones geográficas (litoral, valle y montaña) del término municipal propiciaron el asentamiento humano desde periodos muy tempranos y para constatarlo están los numerosos hallazgos de todas las épocas que continúan apareciendo, aún muchas veces de forma casual, tanto en la zona urbana como en el resto del territorio.
Muchos y bien situados
La riqueza de estos restos non sólo es numéricamente muy abundante (más de ciento cincuenta yacimientos que cuentan con la correspondiente protección legal), sinó que estos restos suponen, en muchas de las épocas que representan, la más importante representación cultural del sur de Galicia.
Desde siempre, el mar
Esta zona es clave además para entender las relaciones marítimas del noroeste con el exterior. Comienzan en la Edad del Bronce, continúan en la Edad del Hierro -momento en el que se configura una parte importante de las características de la denominada Cultura Castreña- y alcanzan un nuevo desarrollo durante la romanización.
Vigo fue durante muchos años una ciudad sin historia porque no quiso tener historia. Testimonios arqueológicos siempre afloraron de la tierra pero, o fueron destruidos o, en el caso de que fuesen reconocidos como tales, destinados a incrementar las colecciones particulares. Sólo cuando estas fueron espectaculares Vigo aceptó su pasado y con él su evidencia.
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